8 marzo. Comunicado de Juventud Obrera

MANIFIESTO 2019 HOAC • JOC

 
CONSTRUYENDO IGUALDAD
¡Una lucha de todas las personas!

 

Seguimos celebrando el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, como símbolo de la lucha pacífica en la que históricamente tantas mujeres trabajadoras se han organizado y siguen haciéndolo por el reconocimiento de su dignidad. Lucha que hoy sigue más viva que nunca para reivindicar el fin de la desigualdad, violencia e injusticia que aún muchas mujeres sufren:
Precarización laboral, donde el desempleo femenino es del 16,2%, frente al masculino del 13,1%. Del desempleo femenino, el 31,8% corresponde a mujeres menores de 25 años. Desigualdad salarial, con una brecha del 14,2% que supondría que las mujeres españolas trabajan gratis a partir del 10 de noviembre, si se compara su sueldo con el de los hombres. Dificultades para la conciliación laboral, ya que solo una de cada nueve trabajadoras y trabajadores tiene flexibilidad horaria en su trabajo para favorecer la conciliación familiar y laboral (EPA 3er T2018).
Violencia contra la mujer. En los primeros 17 días del año han sido asesinadas 8 mujeres, a las que hay que sumar las 975 asesinadas desde 2003, año en que en España se comenzaron a registrar estos crímenes como «violencia de género». No son solo cifras, son vidas desprotegidas frente al auge de algunos planteamientos políticos que atentan contra la seguridad e integridad de las mujeres, criminalizando a las víctimas.
Un techo de cristal que por ejemplo, en el sistema universitario español, se refleja en que la presencia de mujeres disminuye al escalar puestos de responsabilidad. Así, respecto a una media de un 40% del profesorado universitario, solo hay un 21% de mujeres catedráticas.

Ante tantos atentados a la dignidad de las mujeres trabajadoras, no podemos callar y por ello, la HOAC y la JOC, como Iglesia encarnada en el mundo obrero y del trabajo, queremos decir alto y claro
Es urgente que apostemos por otra economía que tenga como centro a la persona, el bien común y el cuidado de la naturaleza, que abandone este modelo depredador que genera desigualdad, pobreza y muerte..., y que establezca una relación de equilibrio tanto con el planeta como con las personas, especialmente las más empobrecidas, y entre ellas una
mayoría de mujeres violentadas y cosificadas a causa de la explotación indiscriminada de recursos naturales, conflictos bélicos y los intereses del capital.
Exigimos un incremento de las políticas públicas destinadas a combatir los estereotipos de género, que animan a las mujeres a elegir los estudios que más se asocian a las tareas reproductivas y de cuidados, dejando para los hombres las carreras relacionadas con lo productivo, representación y la toma de decisiones.
Necesitamos desfeminizar los cuidados, porque el cuidado es responsabilidad de la humanidad, por lo que no es exclusividad de las mujeres. Para ello necesitamos un planteamiento nuevo de políticas sociales, de género y educativas, comenzar a desaprender cánones establecidos por este sistema capitalista y patriarcal y dar pie a formas nuevas de relacionarnos, asumir responsabilidades que son de todas las personas, así como nuevos roles necesarios que tiene que asumir la sociedad para posibilitar una igualdad real.
Necesitamos otra forma de organizar el empleo donde se ponga en el centro de toda actividad el valor de la persona y su dignidad posibilitándole desarrollarse en su integridad e igualdad de oportunidades.
Además, hacemos una llamada para avanzar hacia la igualdad real en el seno de nuestra Iglesia, donde se reconozca el papel y el protagonismo de las mujeres dentro de la comunidad eclesial y en la tarea de anunciar el Evangelio. Una Iglesia que en sus estructuras aplique los principios y valores del Evangelio y sea capaz de reconocer la dignidad y el valor de las mujeres en plano de igualdad con los hombres como lo hizo Jesús de Nazaret.
Jesús eligió a las mujeres para ser las primeras en anunciar que había resucitado, mujeres valientes, que confiaron, permanecieron fieles hasta el final y que no tuvieron miedo a salir corriendo y anunciar que Jesús estaba vivo.
Por ello, junto al resto de compañeras y compañeros, nos sumamos a las movilizaciones de las organizaciones que buscan visibilizar la discriminación que sufren las mujeres trabajadoras, tanto al intentar acceder al empleo como una vez que acceden a él, y queremos ser voz de tantas mujeres heridas por este sistema capitalista injusto, que deshumaniza y es tan contrario a los planes de Dios.
La JOC y la HOAC trabajarán para que así sea
 
#ConstruyendoIgualdad