Juventud Obrera Cristiana
- 07 Octubre 2014
La JOC es un movimiento organizado por jóvenes y dirigido a jóvenes. Muy especialmente a jóvenes relacionados con el mundo obrero, que viven en barrios humildes o que vienen de familias con menos recursos.
La JOC, que nace en Bélgica, en 1925, de la mano de Joseph Cardijn, sacerdote e hijo de obrero, y que se va extendiendo a muchos países. Llega a España en el año 1932. Surge para hacer llegar el mensaje cristiano y los valores del cristianismo a la juventud de la clase obrera.
El objetivo prioritario de la JOC es el de educar, formar, concienciar y evangelizar a la juventud de clase trabajadora, con especial atención sobre quienes se encuentran en una situación de precariedad económica, personal y/o social.
Su sentido y su implantación internacional le lleva a tomar conciencia de las relaciones de dependencia del sur respecto al norte, y por tanto a poner en cuestión el sistema capitalista, su modelo de desarrollo, causa del sufrimiento, el hambre y la pobreza del tercer mundo.
Con estos objetivos pretendemos colaborar en la construcción de un mundo más solidario, más justo, más ecológico, donde se respeten todos derechos, no sólo los mínimos, y que colabore en la realización de las personas.
Los medios y herramientas que la JOC utiliza para llevar a cabo sus objetivos son diversos y variados, y pretenden abarcar las diversas ramas que consideramos sensibles o que requieren una mayor atención; el empleo, cualquier tipo de discriminación, el tiempo libre alternativo...
Los medios más importantes, por su repercusión y su continuidad, son: las Campañas, que nos dan un marco concreto en el que llevamos a cabo muchas de nuestras actividades; la Formación, para que la aportación de la JOC a la tarea educativa y evangelizadora sea consciente de todas sus implicaciones profundas, sus contenidos históricos y las diversas corrientes del pensamiento humano; y la Revisión de Vida o el VER-JUZGAR-ACTUAR, herramienta o metodología que nace de la JOC y que ayuda a la juventud a descubrir la vida concreta obrera y las dinámicas sociales que en ella se dan, situarse en la vida con todos los condicionamientos personales y estructurales, valores y contravalores que en ella existen, tener conciencia de clase y adquirir los análisis, la ideología, las motivaciones, los proyectos, las organizaciones y utopías de la clase obrera, entrar, desde esta realidad obrera y desde la acción, en contacto con Jesús de Nazaret, con su vida, su proyecto, su palabra, su esperanza... haciéndoles pasar de una fe heredada, o de la falta de fe, a una fe consciente y comprometida con la realidad. Y, por último, a comprometerse en una acción transformadora de personas, ambientes y estructuras. Y en todo este proceso de acción se va creando una nueva cultura y se va haciendo posible desde ahí, el proyecto de Dios en el mundo obrero.