Hace años, una de las Campañas que llevó a cabo el movimiento versó sobre este tema: "por un tiempo libre conectado a nuestra vida". Y es que desde la JOC vemos el tiempo libre como algo vital y necesario para nuestro desarrollo por ser un espacio de relación y encuentro con otros, de descanso, de integración, de realización personal y colectiva.

Actualmente, en un contexto de crisis económica y ante una generación de jóvenes que vive con incertidumbre, pueden ser diferentes las maneras de situarse ante el tiempo libre. A nuestro alrededor, para jóvenes que van acumulando meses en que no encuentran empleo y ya han terminado de estudiar, se puede convertir en algo agobiante, y se sufre una desestructuración personal en la organización y control del tiempo. Sin embargo, para otros jóvenes debido a la imposición del trabajo temporal, largas jornadas, a tiempo parcial,... este puede ser insuficiente y escaso.

También observamos un tiempo libre a menudo poco "escogido", marcadamente orientado para el consumo. Se nos ofrece constantemente desde los medios un tiempo libre cargado de actitudes opresoras: se nos invita a ser egoístas, a absolutizar el disfrute presente y rápido, a hacer cosas que no nos compliquen demasiado y no nos hagan pensar en problemas y nos evadan para así aguantar lo que nos echen.

Deseamos que llegue el fin de semana, para salir y salir de lo cotidiano, beber y olvidarnos de lo que nos pasa,... a veces tratar al otro como objeto de diversión más que acogerle, escucharle, mostrarnos cercanos/as...

Es cierto que en nuestros barrios y ciudades, sin embargo, suele haber una oferta importante de tiempo libre en asociaciones que llevan al compromiso, o basadas en el deporte y la cultura, Casas de Juventud, parroquias... pero es algo que no se potencia especialmente, ni desde los medios de comunicación social ni desde la administración.

Desde la JOC creemos firmemente que tenemos una dignidad como hijos e hijas de Dios, y también en nuestro tiempo libre, aspecto fundamental en nuestro desarrollo personal y vital; Por ello, reivindicamos que este no sea un negocio donde todo se compra y se venda, se nos adormece o deshumaniza... si no donde encontramos posibilidades de transformación, de liberación de la persona, donde además de descansar, podemos ir haciéndonos más conscientes, más críticos, más protagonistas de nuestras vidas.