Tras la Campaña General 2012-2013 "Educación, en qué? pa´qué? pa´quién?", y el trabajo de reflexión realizado el curso pasado en torno a nuestro 47º Consejo General "Juventud Obrera, Esperanza Hoy", la JOC de toda España comenzamos una nueva campaña-acción que lleva por lema "Luchemos el presente para ganar el futuro".

Ésta, que durará dos cursos, surge como siempre de un análisis personal que los militantes hacen mirando con atención sus vidas y las realidades de los/las jóvenes de nuestro entorno, preguntándoles qué les preocupa y qué les afecta, tratando de acoger estas situaciones de precariedad, las ilusiones, las inquietudes que están condicionando nuestras vidas como jóvenes del mundo obrero... y a partir de ahí y tras una puesta en común entre todos los militantes de la JOC, decidimos el tema de la campaña. 

Las campañas en la JOC son una herramienta pedagógica que nos hacen salir afuera, estar entre los jóvenes y llevar acción en nuestras realidades; nos ayudan a abrir procesos de acción-reflexión colectivos que nos hacen crecer, educarnos con otros, y nos van llevando a situar a Jesús al lado de los jóvenes como modelo de persona profunda y comprometida.

Así pues, los próximos dos cursos vamos a tratar sobre nuestro presente y futuro, porque la preocupación que nos salía más extendida entre los jóvenes de nuestro entorno era ver nuestro futuro dominado por la incertidumbre, la inseguridad, la precariedad… y la de un presente que nos priva para desarrollarnos como personas con dignidad (por la falta de trabajo, de expectativas, la precariedad, la desaparición del estado de bienestar…). Vemos como esto está impidiendo que sintamos una estabilidad vital, y se nos está privando de tener un proyecto de vida (tanto de trabajo, como proyecto de pareja,...) y de tomar muchas decisiones sin poder ser realmente protagonistas de nuestras vidas.

Vemos cómo esto está generando mucha frustración, tristeza y desesperanza, situaciones de depresión cuando se deja de ver una salida... y esta precariedad se está instalando como algo natural en nosotros: la normalizamos, nos adaptamos a ella, entramos a competir contra los que se encuentran como nosotros... y cuesta ver que esto podemos cambiarlo, y debe cambiar, porque es algo totalmente opuesto al Plan de Dios.

Por tanto, es importante descubrir y analizar los sentimientos que esta situación está generando en los jóvenes, visibilizar rostros, nombres... Y tenemos que poner el acento en la necesidad de lo colectivo para dar respuesta frente a este sistema que genera individualismo y competitividad
a cualquier precio, y anunciar que, todas las personas, tenemos la misma dignidad y debemos tener las mismas oportunidades para desarrollarla; debemos prestar más atención a quienes peor lo están pasando. Todos y todas somos protagonistas del cambio. Esta Campaña nace de la Esperanza en que la realidad es transformable, y que un futuro mejor es posible y está en nuestras manos.