Editorial

Normalmente la sexualidad se suele entender simplemente en base al acto sexual, de forma aislada, teniendo en cuenta especialmente el número de relaciones sexuales que tienes, y, solo a veces, las medidas de protección frente a embarazos o enfermedades. Y sí, la sexualidad abarca todo esto, pero va mucho más allá, porque la Sexualidad es parte de nuestra identidad como personas, y está afectada por la manera en la que nos relacionamos con el mundo, con nosotros mismos, con nuestros pensamientos y valores, con factores económicos, históricos e incluso espirituales, y no es la misma en los distintos momentos de nuestra vida, ya que se desarrolla desde que nacemos.

Por esto la sexualidad de las personas jóvenes puede verse afectada por diversos factores. La capacidad de intimar o mantener relaciones interpersonales se ve afectada por la falta de espacios donde establecer relaciones cercanas y de disfrute saludable, la falta de acceso a la vivienda que dificulta encontrar espacios de relación más intima; la dificultad de organización del tiempo por la precariedad laboral; el estrés causado por las dificultades vitales y la desmotivación vital….

También la sexualidad juvenil se ve afectada por la normatividad o idealismo corporal y de orientación e identidad sexual , que provoca problemas de autoestima y falta de aceptación, así como expectativas inalcanzables.

Basándonos en esto, una sexualidad sana se vive cuando aceptas que hay muchos modos de ser mujer u hombre, más allá de los estereotipos, cuando eres capaz de aceptar tu cuerpo, cuando tu relación, más allá de lo sexual, es sana con otros, cuando sabes encontrar distintas formas de intimidad con otras personas.

Hablar de sexualidad también es hablar de autoconocimiento, de sensaciones fisicas agradables más allá de lo erótico. Es hablar del planteamiento de límites y la comunicación, de la aceptación física, de la intimidad. También es conocer el funcionamiento de nuestro cuerpo, más allá de los mitos. También es hablar de la normalización de nuestras respuestas corporales (flujo, excitación…) y de las sensaciones que nos surgen en momentos de intimidad.

Como la sexualidad sana se vive desde la relación interpersonal, en el día a día, también se ve afectada por los roles de género. Una relación jamás puede ser sana si no existe respeto, si no se ve como igual a la otra persona y si el cuidado entre ambos no se da de forma recíproca.

  En este número:

• Sexualidad, mucho más de lo que piensas.
  
• Testimonio: Maribel Casado Triviño - Coordinadora Centro Juvenil de Orientación para la Salud; Rubén Serrano (Plasencia)
• Abriendo el melón: La juventud responde en redes sociales
  
• El Rinconcito de Noe
• Extra! extra!. Conoce las actividades de las diócesis de la JOC
• La Juventud habla. Luismi.