Josechu Garcia Naranjo
- 05 Diciembre 2016
" La JOC me ha ayudado a apreciar mi vida, mi familia, la de los jóvenes de mi barrio"
Josechu García Naranjo. Tiene 54 años, es Hijo de la Caridad, y sacerdote en la parroquia de San Rafael, en el barrio de la Alhóndiga (Getafe). Fue militante de la JOC, donde descubrió su vocación.
Libro favorito: El coraje de vivir (M.van der Meersch)
Canción favorita: Pokito a poko (Chambao)
Película favorita : Dersu Uzala (el cazador)
Me gustaría que me recuerden por : Arrimar el hombre allí donde hizo falta
¿Cómo y cuándo conociste la JOC?: La Joc me conoció a mi antes que yo a ella. Tendría unos 17-18 años cuando la Joc entro en contacto conmigo a través de unos militantes poco mayores que yo, pero que pronto se convertirían en buenos amigos y referencias para mí; Antonio Cobos, Quique, Javier, Peluca,… En aquellas calles, esquinas, que fueron nuestros “locales naturales” del Polígono Sur de Sevilla.
¿Cómo era el barrio donde creciste?
Yo nací en casitas prefabricadas, donde los servicios y la lavandería eran colectivos, públicos, carecíamos de casi todo; colegios, centro de salud, comerciales, calles y carreteras sin asfaltar… pero de muy buen ambiente vecinal, (nuestras madres a menudo compartían el aceite, el azúcar, el café,…) éramos todos gente pobre, sencilla, humilde y muy trabajadora. Los niños siempre estábamos jugando en la calle.
¿Qué tipo de acciones hacíais en la JOC?
- Creo que mi primera acción la lleve con mi familia, donde intentaba transmitir algunos valores que iba descubriendo y viviendo en el equipo de militantes. - Recuerdo mi gran acción que duraría unos 6-7 años, con un grupo de jóvenes vecinos que apenas sabían leer y escribir, después de casi treinta años cuando nos vemos nos da un vuelco el corazón de alegría. - Otra acción que recuerdo, fue la creación de la vocalía de juventud en la asociación de vecinos donde empezamos a trabajar por y con los jóvenes del barrio ofreciéndoles toda clase de actividades, y junto a los adultos de la asociación reivindicar mejores condiciones para el barrio y la convivencia de los vecinos.
¿Qué destacarías de tu etapa como militante?
El descubrimiento de Jesús de Nazaret, ¡¡Dios mío cuantas cosas teníamos en común!! Destacaría lo reído y llorado con el Lolete, el Barba, el Mongo, la Julia, la Emilia, el Tomás, mi equipo de militantes. También destacar la presencia de Luis Martín, nuestro consiliario.
¿Qué te ha aportado la JOC?
Apreciar mi vida, la de mi familia, la de los jóvenes de mi barrio, apreciar a nuestro pueblo pobre y trabajador. La Joc es un auténtico brazo de Dios.
¿Cómo/por qué decidiste ser sacerdote?
Sin duda, la Joc tiene mucho que ver. Pero también la Parroquia, la Comunidad de mi barrio con los sacerdotes: Valmisa , Chimo, Emilio. Y lo que me hizo decidirme,fue ver a unos hombres (Víctor, José Miguel y Miguel) apasionados por Dios y por la gente más pobre y trabajadora del Barrio de San Jerónimo de Sevilla. Y además vivían juntos, como unos vecinos más del barrio. Esta manera de vivir el sacerdocio de los Hijos de la Caridad me atrajo.
¿A qué te dedicas actualmente?
Vivo con Antonio y Pepe, también sacerdotes de los Hijos de la Caridad, en el barrio de la Alhóndiga donde trabajamos en una parroquia de barrio, con todo lo que implica estar a pie de calle.
¿Cómo es tu barrio?
Muy diverso, de mucha migración procedente de Latino América, África, Países del Este,... también de Extremadura, Andalucía, Castilla la Mancha,… Como ves, de gran riqueza cultural y religiosa, pero a la vez entraña no poco retos para la convivencia. El paro, la precariedad, la desestructuración familiar, el alquiler,… Hay personas, vecinos, que lo están pasando realmente mal. Las desigualdades e injusticias están a flor de piel. No son pocos los niños, jóvenes y ancianos que claman pan, referencia y compañía.
¿Cómo es la JOC en la Alhóndiga?
Balbucientemente autentica, compuesta por Dayana, Bryan, Roberto, Isamar, Gabriel, Jaime, Celia, Daniela y Tatiana, junto con Susana y Julián, son verdaderas perlas preciosas para la Parroquia y para el Barrio.
¿Cómo imaginas la Iglesia del futuro?
Yo sigo experimentando una Iglesia desde la Parroquia, muy cercana, que late con los gozos y los sufrimientos, con las alegrías y las penas de la gente, con confianza y esperanza activa. Por ahí, creo que va el futuro de la Iglesia, y que el Papa Francisco alienta, anima con su palabra y su testimonio. En este sentido creo que la Iglesia del futuro tendrá futuro si rescata el sentido originario del movimiento de Jesús que no era otra cosa que cumplir con el único mandamiento que latía en sus corazones, de amar a Dios y al prójimo (preferentemente a los pobres) . Creo que el futuro pasa por una Iglesia más fraterna, más sencilla, más humilde, más pobre, más misionera, más samaritana, más periférica, más alegre, más valiente, más profética,… más de Dios y por tanto, más de las mujeres y de los hombres.