Ana Collado
- 24 Diciembre 2021
Ana Collado, Vocal de Transición Ecológica del Consejo de la Juventud (CJE)
Para que podamos conocerte, Cuéntanos un poco ¿Quién eres y en qué espacio participas?
Mi nombre es Ana, tengo 23 años y participo desde hace unos años en el Consejo de la Juventud de España, del que ahora llevo la vocalía de Transición Ecológica y Educación no formal
¿Qué te impulsó a implicarte en el CJE dentro del área de Transición Ecológica? ¿Cómo descubriste la necesidad de implicarte en favor del medioambiente?
Por un lado, desde mi entidad base, Movimiento Scout Católico, siempre se ha puesto hincapié en la importancia de la conservación de la naturaleza y su valor educativo en la infancia y juventud. Gracias a esto, surgió el gusanillo en mí de implicarme más activamente a nivel nacional en mi entidad en estos temas y, posteriormente, postularme para ser vocal de esta área.
¿Qué hace el CJE para luchar contra el cambio climático y las causas de este?
Desde el Consejo intentamos hacernos eco de las problemáticas medioambientales que asolan tanto nuestro territorio como las injusticias climáticas que se viven a nivel mundial. Somos una herramienta de incidencia política, lo que significa que estamos en constante diálogo con la administración y las entidades medioambientales para tratar distintas temáticas a través de acciones de comunicación y mesas sectoriales. Asimismo, tenemos un pequeño espacio de trabajo dentro del propio Consejo donde las entidades trabajan para desarrollar el contenido que quieren que se saque desde el consejo en materia de transición ecológica.
¿Están los jovenes más concienciados sobre la transición ecológica?
No creo que pueda hablar por todas las personas jóvenes para saber cuál es nuestra mayor preocupación, pero sí que tengo claro que estamos sin duda más concienciadas con el cambio climático que las generaciones anteriores. De hecho, somos las personas jóvenes las que hemos puesto las políticas verdes en la agenda pública mundial faltando viernes tras viernes a clase con el fin de que se escuchase nuestras preocupaciones. Aunque el discurso no lo hemos generado nosotras, puesto que de la emergencia climática ya se ha ido advirtiendo años y años, sí que creo que nuestra generación ha sido la gran movilizadora de la sociedad en lo relacionado a estos asuntos.
¿Cuáles son el problemas fundamentales que ves? ¿Qué dificultades encontramos en torno a esto?
Hay distintas problemáticas que creo que no se están abordando bien. En primer lugar, debemos asumir que, como sociedad, no estamos preparados para afrontar el futuro reciente. Vivimos en un mundo en el que el modelo de producción lineal y los combustibles fósiles lo dominan todo y no hay alternativas tecnológicas eficaces ahora mismo que igualen el ritmo de consumo que llevamos como sociedad. En mi opinión, no hay pedagogía suficiente que nos haga cambiar nuestra forma de relacionarnos con el entorno tan rápidamente que no haga que no nos “estampemos”. Por otro lado, creo también que el discurso se está centrando en la acción individual y no hay políticas reguladoras suficientes para los actores contaminantes principales: las empresas. Mi acción como individuo tiene un impacto en el ecosistema que me rodea, pero si no hay políticas que empiecen a promover una economía circular y verde para todos los sectores de la sociedad, no vamos a ningún lado.