Maria de Haro
- 04 Abril 2022
María de Haro, Militante de la Comunitat Valenciana.
¿Cómo contarías de manera breve lo que ha sido el Consejo a alguien que no ha participado en él?
El Consejo ha sido un encuentro a nivel nacional en el que más de cien jóvenes de distintas diócesis nos reunimos, dispuestas a intercambiar ideas, compartir nuestro sentir obrero y establecer las líneas de trabajo de los próximos tres años. Un encuentro con otras compañeras y realidades con las que me he sentido identificada, con las que ha habido grandes y largos debates que me han ayudado a crecer y que han generado en mí una mayor conciencia de organización y comunidad.
¿ Por qué la zona de la Comunidad Valenciana ha acogido el Consejo? ¿Cómo fue el proceso de decisión?
Al final, consideramos que podía tratarse de una gran motivación para afianzar la JOC de este momento y poner de manifiesto nuestras responsabilidades y capacidad de coordinación. Era un reto ilusionante y lleno de motivación. En cuanto al proceso, fue largo y duro, lleno de dudas y mucha reflexión, pero finalmente se decidió acogerlo aun siendo conscientes de las dificultades y retos que suponía.
¿Creéis que el consejo te ha servido (a ti y a la zona) para conocer y abrirse a otros colectivos, organizaciones y grupos?
Yo creo que nos ha ayudado bastante, ya que nos ha servido para saber que una no está sola en este caminar, sino que lo hace de la mano de muchas otras.
¿De qué manera habéis sentido apoyo durante la organización del consejo? ¿Podrías destacar algún hecho?
Sin duda, nos hemos sentido apoyadas desde el primer momento, tanto por la JOC estatal, como por parte de los Antiguos Militantes, por las comunidades de nuestras parroquias y simpatizantes del movimiento. Recuerdo las reuniones de Secretaría Técnica, en las que revisábamos una y otra vez las listas de tareas y materiales y, si no era alguna de nosotras, siempre había alguien dispuesto a aportar su tiempo o lo que hiciera falta. Me sorprendía cómo había tanta gente que apostaba por el movimiento y el Consejo, dando todo lo que podía aportar.
Durante la celebración del consejo es normal que haya momentos muy intensos, ¿Qué destacarías de lo vivido en Alicante? ¿Con qué te quedas a nivel personal?
Para mí, personalmente, han sido tres los momentos más significativos de este Consejo. El primero, el acto de apertura, para el que contamos con la implicación y participación de las militantes en iniciación de nuestra zona, convirtiéndolo en un momento sencillo y lleno de esperanza. El segundo, el acto público, en el que pude observar que varias personas se unían a la manifestación y que reafirmó que la JOC sigue interpelando a la gente. Por último, el encuentro de zona en el que todas las militantes del País Valencià pudimos compartir cómo nos encontrábamos y que sirvió para reforzarnos y darnos cuenta de que el trabajo en conjunto desde el cariño da sus frutos.
¿Cuál es el sentimiento de la zona ahora que el consejo ha pasado? ¿En qué valoras que habéis aprendido, crecido como zona?
Considero que el sentimiento, en general, es de crecimiento en nuestro ser jóvenes, obreras y cristianas, en el que hemos podido profundizar y reafirmarnos en cada una de estas dimensiones.
Hemos podido poner en valor la determinación y relevancia de cada tarea, del trabajo conjunto y con amor. Ahora toca, como dice el lema de este Consejo, ponernos manos a la obra con los retos y llamadas que el mismo ha generado en todas nosotras, en unas líneas de acción comunes que nos permitan llevar la Buena Noticia a todos nuestros ambientes.